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31/07/2014
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El sistema de salud mexicano, a su límite

CREDITO:
Maribel R. Coronel / El Economista

El actual sistema de salud mexicano está rebasado. Y en un ambiente de escasez de recursos públicos y recortes presupuestales, no podemos permitirnos estructuras crecientemente costosas como sucede con el IMSS, el ISSSTE, el sistema de salud de Pemex, el de la Secretaría de la Defensa y cada uno de los sistemas de salud de cada estado del país.

Es imperdonable que tengamos tantos sistemas de salud operando en forma independiente y cada uno por su lado con estructuras y directivos no sólo de atención médica, sino con sus propias estructuras financieras, contables, administrativas y operativas, duplicando esfuerzos y cuantiosos recursos que nos hacen falta para lo vital que es atender la salud.

Mientras vemos crecer este derroche de ineficiencia operativa, las autoridades están viendo cómo ahorrarse recursos para cubrir lo más fundamental de la atención médica. Absolutamente absurdo e incongruente. Quién puede rebatir que el actual sistema de atención médica en México ha llegado a su límite, si no es que ya lo rebasó desde hace tiempo. Y urge reformarlo y reestructurarlo para que realmente cubra las necesidades de salud de los mexicanos. Propuestas de cómo hacerlo hay diversas. El punto es definir por cuál nos vamos. La propia secretaria de Salud, la doctora Mercedes Juan, tiene claro desde iniciado el presente sexenio un esquema de fondo financiero único aunque sigan operando las instituciones por separado. Es una idea perfilada desde que ella estaba en la Fundación para la Salud (Funsalud), ahora presidida por José Ignacio Campillo.

Como dice precisamente Campillo: o establecemos una reforma estructural de fondo al sistema de salud, incluso garantizada constitucionalmente como se pretende, o por lo menos efectuamos el primer paso vital, que es separar la parte de financiamiento del resto que es en sí la prestación de servicios de salud.

Una propuesta específica, por ejemplo, es la del maestro en salud pública, el doctor Malaquías López Cervantes, de la Facultad de Medicina de la UNAM: dejar que el IMSS asuma toda la parte de prestaciones, pensiones y jubilaciones, y por otro lado se fusione toda la parte de prestación de servicios de salud.

Lo más razonable es que haya un solo pagador; que el erario no esté pagando director de finanzas para el IMSS, otro para el ISSSTE, otro para el SeguroPopular, otro para el sector salud de cada estado, etcétera, etcétera.

Si vemos todas esas ineficiencias en nuestro sistema, es claro por qué de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México gasta en el total de su gasto en salud 11% en administración, cuando el promedio de la OCDE en este renglón es de 4 por ciento. El sistema de salud mexicano es administrativamente tres veces más costoso que todo el promedio de los países que integran la OCDE.

Maribel R. Coronel | El sistema de salud mexicano, a su límite | Mar 15, 2015 | eleconomista.com.mx | Salud y Negocios

 

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